Visto con perspectiva, ¿cómo se abordó el tema de la vacunación durante la pandemia?
Nos encontrarnos en una situación en la que como sociedad no sabíamos cómo actuar. Pero desde el punto de vista científico sí que lo sabíamos. El 12 de enero del año 2020, cuando vemos ya los casos que estaban ocurriendo en China, veíamos que esto iba a ser algo que nos iba a llegar a todos, y lo que hicimos fue utilizar la plataforma que ya veníamos desarrollando durante muchos años de generación de vacunas frente a ello. Utilizando esa plataforma con una variante muy atenuada de esta vacuna, conseguimos producir una frente al SARS-CoV-2. Es decir, que ya en marzo, abril del año 2020, teníamos un candidato a vacunar, pero nos encontramos con que el país no estaba preparado para producir vacunas de uso humano. No había ninguna empresa y lo que había que hacer era establecer e interaccionar con aquellas empresas que hacían vacunas de uso veterinario y que se adaptaran a producir también vacunas humanas. Recibí 105.000 euros para el desarrollo de la vacuna inicialmente. Después ya fueron reaccionando, el Ministerio ya incorporó más apoyo, pero claro, tú con eso no podías competir con el mundo entero.
¿Cómo gestionó la responsabilidad que conlleva sacar adelante una vacuna?
Teníamos una base, teníamos un laboratorio montado, teníamos la infraestructura. Ahí lo que necesitábamos era más bien que tuviéramos las condiciones para trabajar con el virus, en condiciones de laboratorio de seguridad biológica P3 que se llama. Tuvimos que ir apañándonos gracias a que uno lleva muchos años trabajando a nivel de vacunas y pues que tienes los colegas con los cuales colaboras.
¿Se ha aprendido de los errores de entonces? ¿Se ha escuchado a la comunidad científica?
Lo importante es no olvidar que lo que se hizo fue muy importante también, es decir, olvidémonos de que no hemos sido los primeros, lo importante era que estuviéramos ahí, porque no sabías dónde iba a llegar. El país ha mejorado también su capacidad logística frente a agentes patógenos. Luego se desarrolló una estructura en la cual hubo colaboraciones entre muchos centros de investigación. Nos unimos todos, intercambiamos información. Creo que ese ha sido un ejemplo científico admirable.
Las campañas de vacunación generaron cierta incertidumbre en la sociedad. ¿Qué papel jugaron?
El beneficio fue enorme. Se vacunó gran parte de la población. Si hubiéramos tenido vacunas de principio, se hubieran evitado los siete millones de personas que han muerto a nivel global.
¿Qué le diría a alguien que no ha querido vacunarse?
Hombre, pues simplemente que esttarían ante una ruleta rusa. Si tienes suerte, no te ha matado, pero te puede matar. Exponerte así como así pues es muy peligroso. Lo que pasa que hay gente que dice mira yo mantengo esta idea, y yo no se lo voy a imponer.
¿Estamos preparados para afrontar la expansión de un nuevo virus?
Todo, incluso los virus a nivel biológico, evoluciona constantemente, y es difícil de predecir. En mi laboratorio trabajamos seguimos con varios virus, hemos desarrollado candidatos vacunales y tenemos ya cierto arsenal.
¿Debemos seguir en guardia con el covid?
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El covid no ha acabado, el covid sigue. Sigue y la cantidad de población que tiene efectos secundarios post-covid no la sabemos , pese a que se está investigando muchísimo respecto. Pero que pueden aparecer cepas más virulentas y que los anticuerpos que tenemos no sean suficientes. Tenemos que estar preparados, pero creo que estamos demasiado relajados. Nos estamos relajando demasiado, rápidamente. Y eso no es bueno.
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2024-10-21 22:07:00
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