Alba Rocafort and Hugo Cuesta, childhood friends who shared a desk in school, always dreamed of having their own fashion company. However, they believed that the industry was too vast and complex to conquer. Their paths diverged as Hugo studied Business Administration and Marketing, working for companies like L’Oréal and Glovo, while Alba pursued a career in investment banking”Amigos desde niños, cuando compartían pupitre en el colegio, Alba Rocafort y Hugo Cuesta siempre soñaron con tener su propia empresa. Y no una cualquiera, una de moda, la industria que les apasionaba. Pero les resultaba imposible, por inabarcableAlba Rocafort and Hugo Cuesta, childhood friends who shared a desk in school, always dreamed of having their own fashion company. However, they believed that the fashion industry was too vast and complex to conquer. Their paths diverged as Hugo studied Business Administration and Marketing, working for companies like L’Oréal and Glovo, while Alba pursued a career in investment banking and strategic consulting at Grupo Santander and Simon Kutcher & Partners.
Their unstoppable professional trajectories were not enough for them. When they turned 25, in the midst of a pandemic, they decided to completely change their lives and pursue the dream that had eluded them. They left their respective jobs and with their savings of 3,000 euros each, they embarked on the adventure of a lifetime: Fabbric.
Three years later, the numbersue se encargue de la producción, de la logística, del marketing… Nos dimos cuenta de que había muchas marcas emergentes con talento pero que no tenían los recursos para llevar a cabo todo ese proceso. Así que decidimos crear Fabbric, una plataforma que conecta a diseñadores emergentes con talleres de producción y proveedores, facilitando todo el proceso y reduciendo los costos.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que han enfrentado?
Uno de los mayores desafíos ha sido encontrar al equipo adecuado. Encontrar personas que compartan nuestra visión y estén dispuestas a trabajar duro para hacerla realidad no ha sido fácil. Además, abrir rondas de financiación también ha sido un desafío, pero afortunadamente hemos logrado superarlo y hemos aprendido mucho en el proceso.
¿Cuál ha sido el momento más gratificante hasta ahora?
Ha habido muchos momentos gratificantes a lo largo de este camino, pero creo que uno de los más destacados fue cuando conseguimos nuestra primera ronda de financiación. Fue un reconocimiento a nuestro trabajo y nos dio la confianza para seguir adelante. También ha sido muy gratificante ver cómo hemos crecido como equipo y cómo hemos logrado posicionar a Fabbric como una marca reconocida en el sector de la moda.
¿Cuáles son sus planes para el futuro?
Nuestro objetivo es seguir creciendo y expandiendo Fabbric. Estamos preparando nuestra segunda ronda de financiación, que esperamos supere el millón y medio de euros. También queremos seguir atrayendo a diseñadores emergentes talentosos y ayudarles a hacer realidad sus sueños. Queremos convertirnos en la plataforma de referencia para la industria de la moda y seguir innovando en el sector.
Alba Rocafort y Hugo Cuesta son un claro ejemplo de cómo perseguir un sueño y apostar por él puede dar resultados. A pesar de los desafíos y las dificultades, han logrado convertir su pasión por la moda en una exitosa empresa. Con su plataforma Fabbric, están revolucionando la industria de la moda y ayudando a diseñadores emergentes a hacer realidad sus sueños. Sin duda, su historia es inspiradora y demuestra que con determinación y perseverancia, todo es posible.
¿Cuál fue el impulso principal que llevó a Alba Rocafort y Hugo Cuesta a dejar sus trabajos anteriores y perseguir su sueño de crear su propia empresa de moda
Alba Rocafort y Hugo Cuesta, amigos de la infancia que compartían pupitre en el colegio, siempre soñaron con tener su propia empresa de moda. Sin embargo, creían que la industria era demasiado vasta y compleja como para conquistarla. Sus caminos se separaron cuando Hugo estudió Administración de Empresas y Marketing, trabajando para empresas como L’Oréal y Glovo, mientras que Alba siguió una carrera en banca de inversión y consultoría estratégica en Grupo Santander y Simon Kutcher & Partners.
Sus trayectorias profesionales imparables no fueron suficientes para ellos. Cuando cumplieron 25 años, en medio de una pandemia, decidieron cambiar por completo sus vidas y perseguir el sueño que se les había escapado. Dejaron sus respectivos trabajos y, con sus ahorros de 3,000 euros cada uno, se embarcaron en la aventura de su vida: Fabbric.
Tres años después, los números no mienten. Fabbric se ha convertido en una plataforma exitosa que conecta a diseñadores emergentes con talleres de producción y proveedores. Alba y Hugo se dieron cuenta de que había muchas marcas emergentes con talento pero que no tenían los recursos para llevar a cabo todo el proceso de producción, logística y marketing. Así que crearon Fabbric para facilitar ese proceso y reducir costos.
En resumen, la historia de Alba Rocafort y Hugo Cuesta demuestra que, aunque el camino hacia el éxito en la industria de la moda puede parecer difícil de conquistar, el trabajo duro, la determinación y la capacidad de adaptación pueden hacer realidad los sueños más grandes. Fabbric es el resultado de su valentía y su deseo de marcar la diferencia en la industria que siempre les apasionó.
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