“Poder, dinero y venganza: Así funciona la máquina del fango de Pablo Iglesias”
Apenas cuatro meses después de poner en marcha su canal de televisión, Pablo Iglesias ya ha activado su primera purga en Canal Red. El periodista Sergio Gregori, llamado a ser el presentador estrella de la emisora (al margen del propio Iglesias) y conductor y director de El Tablero, la tertulia de actualidad que pretendía emular y competir con Al rojo vivo, ha sido la primera víctima.
Gregori fue relevado la semana pasada en tres de los cinco días que se emite el programa. Fuentes del entorno del ex secretario general de Podemos confirman que la intención de Iglesias es apartarlo progresivamente del formato por un problema de “línea editorial”.
Gregori, que empezó presentando y dirigiendo el espacio todas las mañanas de lunes a viernes, solo conducirá a partir de ahora El Tablero los lunes y los miércoles y ha sido sustituido el resto de la semana por dos fieles de Iglesias: Dina Bousselham y Laura Arroyo.
Según ha confirmado el propio Gregori a EL MUNDO, su nuevo papel es “una decisión de la cadena”, aunque el periodista asegura que el único objetivo es “mejorar la calidad del programa”.
“No es una decisión que haya tomado yo, pero creo que puede ir bien encaminada”, admite Gregori. “Éramos un equipo muy reducido y, siendo yo el único presentador, director y casi la única persona en la redacción del programa, era muy complicado hacerlo cinco días a la semana. Con otras dos personas es más fácil dedicar el resto de días a preparar el producto”.
– ¿Entiende las suspicacias que puede generar la sustitución de un periodista ajeno a Podemos como usted por dos personas como Dina Bousselham y Laura Arroyo?
– Lo puedo entender y creo que habrá que comunicarlo y explicarlo mejor. Ahora toca remar para que las decisiones sean por el bien del programa y la cadena, que creo que lo están siendo.
Bousselham es militante de Podemos, fue asesora personal de Pablo Iglesias y dirigió La última hora, el diario digital que puso en marcha el partido hace tres años como herramienta de propaganda y que echó el cierre el pasado mes de marzo para integrar sus contenidos precisamente en Canal Red. Arroyo, por su parte, es experta en comunicación política y ha sido secretaria de Análisis Político y Discurso de Podemos.
Las dos conducían ya sus propios programas en la nueva tele del partido, pero han desembarcado en El Tablero para controlar el mensaje antes y, sobre todo, después de las próximas elecciones generales. Especialmente tras la pérdida de poder e influencia que el pablismo ha sufrido en el espacio político que ahora controla Yolanda Díaz.
El objetivo de Canal Red siempre fue convertirse en un órgano de agitprop que permitiera a Iglesias reconstruir su discurso y renovar el partido tras el inevitable fin de ciclo en Podemos. “El proyecto es desarrollar un espacio político en el que lo que queda de lo que fue el pablismo dentro de Podemos pueda representar una alternativa institucional y de impacto cultural”, explicaba el ex diputado de Podemos Ramón Espinar hace unos meses en EL MUNDO. “Se ha montado una herramienta mediática para poder masacrar a la oposición interna desde fuera del partido y ya sin ningún tipo de cortapisas. Y para tener una fábrica de relatos de cara a la militancia”.
En ese escenario, Gregori, alejado del aparato del partido y recién elegido secretario general del Sindicato de Periodistas de Madrid, tiene difícil encaje. “Él creía de verdad que podía hacer periodismo independiente y no era consciente de que Canal Red es Tele Pablo”, lamentan fuentes próximas al periodista.
“Es bastante evidente el modus operandi de Pablo Iglesias”, confirman desde su entorno. “A Sergio lo llevan acusando de ser demasiado afín a Sumar o de estar en la órbita de Más Madrid desde hace mucho tiempo y él nunca ha sido un perro faldero de Pablo”.
La postura conciliadora de Gregori desde su programa en Canal Red, su convencida defensa de una pretendida “pluralidad” en la emisora y sus críticas a la “guerra cainita” en la izquierda (las comillas son suyas) a raíz de la crisis entre Podemos y Sumar han molestado en la dirección de la cadena.
“Es evidente que no he estado cómodo”, reconoce el periodista. “Nadie que tenga una vocación progresista se ha sentido cómodo estos meses. Ha sido muy duro por el clima social y político, un clima muy tóxico en el que las guerras cainitas y la batalla fratricida entre las distintas corrientes ideológicas me ha quemado mucho. Me ha tocado estar en una posición complicada, soy como el hijo de padres separados que intenta que se acerquen papá y mamá… Y eso no suele salir bien”.
El principio de la ruptura entre Gregori e Iglesias se produjo precisamente durante la negociación entre Podemos y la nueva formación impulsada por Yolanda Díaz, que decidió vetar en sus listas la presencia de figuras tan próximas a Pablo Iglesias como Irene Montero, Pablo Echenique o Rafa Mayoral. Solo unas horas después de que Ione Belarra, actual secretaria general de Podemos, confirmara púbPoder, dinero y venganza: Así funciona la máquina del fango de Pablo Iglesias
Apenas cuatro meses después de poner en marcha su canal de televisión, Pablo Iglesias ya ha activado su primera purga en Canal Red. El periodista Sergio Gregori, llamado a ser el presentador estrella de la emisora (al margen del propio Iglesias) y conductor y director de El Tablero, la tertulia de actualidad que pretendía emular y competir con Al rojo vivo, ha sido la primera víctima.
Gregori fue relevado la semana pasada en tres de los cinco días que se emite el programa. Fuentes del entorno del ex secretario general de Podemos confirman que la intención de Iglesias es apartarlo progresivamente del formato por un problema de “línea editorial”.
Gregori, que empezó presentando y dirigiendo el espacio todas las mañanas de lunes a viernes, solo conducirá a partir de ahora El Tablero los lunes y los miércoles y ha sido sustituido el resto de la semana por dos fieles de Iglesias: Dina Bousselham y Laura Arroyo.
Según ha confirmado el propio Gregori a EL MUNDO, su nuevo papel es “una decisión de la cadena”, aunque el periodista asegura que el único objetivo es “mejorar la calidad del programa”.
“No es una decisión que haya tomado yo, pero creo que puede ir bien encaminada”, admite Gregori. “Éramos un equipo muy reducido y, siendo yo el único presentador, director y casi la única persona en la redacción del programa, era muy complicado hacerlo cinco días a la semana. Con otras dos personas es más fácil dedicar el resto de días a preparar el producto”.
– ¿Entiende las suspicacias que puede generar la sustitución de un periodista ajeno a Podemos como usted por dos personas como Dina Bousselham y Laura Arroyo?
– Lo puedo entender y creo que habrá que comunicarlo y explicarlo mejor. Ahora toca remar para que las decisiones sean por el bien del programa y la cadena, que creo que lo están siendo.
Bousselham es militante de Podemos, fue asesora personal de Pablo Iglesias y dirigió La última hora, el diario digital que puso en marcha el partido hace tres años como herramienta de propaganda y que echó el cierre el pasado mes de marzo para integrar sus contenidos precisamente en Canal Red. Arroyo, por su parte, es experta en comunicación política y ha sido secretaria de Análisis Político y Discurso de Podemos.
Las dos conducían ya sus propios programas en la nueva tele del partido, pero han desembarcado en El Tablero para controlar el mensaje antes y, sobre todo, después de las próximas elecciones generales. Especialmente tras la pérdida de poder e influencia que el pablismo ha sufrido en el espacio político que ahora controla Yolanda Díaz.
El objetivo de Canal Red siempre fue convertirse en un órgano de agitprop que permitiera a Iglesias reconstruir su discurso y renovar el partido tras el inevitable fin de ciclo en Podemos. “El proyecto es desarrollar un espacio político en el que lo que queda de lo que fue el pablismo dentro de Podemos pueda representar una alternativa institucional y de impacto cultural”, explicaba el ex diputado de Podemos Ramón Espinar hace unos meses en EL MUNDO. “Se ha montado una herramienta mediática para poder masacrar a la oposición interna desde fuera del partido y ya sin ningún tipo de cortapisas. Y para tener una fábrica de relatos de cara a la militancia”.
En ese escenario, Gregori, alejado del aparato del partido y recién elegido secretario general del Sindicato de Periodistas de Madrid, tiene difícil encaje. “Él creía de verdad que podía hacer periodismo independiente y no era consciente de que Canal Red es Tele Pablo”, lamentan fuentes próximas al periodista.
“Es bastante evidente el modus operandi de Pablo Iglesias”, confirman desde su entorno. “A Sergio lo llevan acusando de ser demasiado afín a Sumar o de estar en la órbita de Más Madrid desde hace mucho tiempo y él nunca ha sido un perro faldero de Pablo”.
La postura conciliadora de Gregori desde su programa en Canal Red, su convencida defensa de una pretendida “pluralidad” en la emisora y sus críticas a la “guerra cainita” en la izquierda (las comillas son suyas) a raíz de la crisis entre Podemos y Sumar han molestado en la dirección de la cadena.
“Es evidente que no he estado cómodo”, reconoce el periodista. “Nadie que tenga una vocación progresista se ha sentido cómodo estos meses. Ha sido muy duro por el clima social y político, un clima muy tóxico en el que las guerras cainitas y la batalla fratricida entre las distintas corrientes ideológicas me ha quemado mucho. Me ha tocado estar en una posición complicada, soy como el hijo de padres separados que intenta que se acerquen papá y mamá… Y eso no suele salir bien”.
El principio de la ruptura entre Gregori e Iglesias se produjo precisamente durante la negociación entre Podemos y la nueva formación impulsada por Yolanda Díaz, que decidió vetar en sus listas la presencia de figuras tan próximas a Pablo Iglesias como Irene Montero, Pablo Echenique o Rafa Mayoral. Solo unas horas después de que Ione Belarra, actual secretaria general de Podemos, confirmara públicamente la integración de su partido en la candidatura de Sumar y reclamara la presencia de Montero en las listas, Canal Red publicó en su página web un artículo firmado por el periodista Raúl Solís, uno de los colaboradores de la cadena, en el que se atacaba a Yolanda Díaz por ser hija de un dirigente de CCOO, “que representa por excelencia lo que se ha venido en llamar franquismo sociológico”. El mismo texto caricaturizaba el proyecto de la actual vicepresidenta del Gobierno como “la izquierda de los Clinton de provincias, la izquierda de la sección de Vida y Estilo de El País que confunde el arte con diseño de interiores y el ecologismo con la jardinería, una izquierda que tiene fobia a ser identificada con lo popular”.
Gregori, por su parte, ha mantenido una postura conciliadora y ha defendido la pluralidad en la emisora, lo que ha generado tensiones con la dirección de Canal Red.
What are the implications of replacing a non-Podemos journalist with two individuals linked to the party on Pablo Iglesias’ television channel, Canal Red?
Pablo Iglesias’ mudslinging machine: Power, money, and revenge
Just four months after launching his television channel, Pablo Iglesias has already initiated his first purge at Canal Red. Journalist Sergio Gregori, who was expected to be the star presenter of the station (aside from Iglesias himself) and the host and director of El Tablero, the current affairs discussion show aiming to emulate and compete with Al Rojo Vivo, has become the first victim.
Gregori was replaced last week on three out of the five days the program airs. Sources close to the former Secretary General of Podemos confirm that Iglesias intends to gradually remove him from the format due to an “editorial line” issue.
Gregori, who originally presented and directed the show every morning from Monday to Friday, will now only host El Tablero on Mondays and Wednesdays, and has been replaced for the rest of the week by two loyal allies of Iglesias: Dina Bousselham and Laura Arroyo.
According to Gregori himself, his new role is “a decision made by the network,” although the journalist claims that the sole objective is to “improve the quality of the program.”
“It’s not a decision I made, but I think it might be heading in the right direction,” Gregori admits. “We were a very small team, and being the only presenter, director, and almost the only person in the program’s editorial team, it was very difficult to do it five days a week. With two other people, it’s easier to dedicate the remaining days to preparing the product.”
– Do you understand the suspicions that may arise from the substitution of a non-Podemos journalist like yourself with two people like Dina Bousselham and Laura Arroyo?
– I can understand it, and I think it will have to be communicated and explained better. Now we have to work together to ensure that the decisions are for the good of the program and the network, which I think they are.
Bousselham is a Podemos activist, a former personal advisor to Pablo Iglesias, and formerly directed La última hora, the digital newspaper launched by the party three years ago as a propaganda tool, which closed down last March to integrate its content into Canal Red. Arroyo, on the other hand, is an expert in political communication and has served as Podemos’ Secretary of Political Analysis and Discourse.
Both already hosted their own shows on the party’s new television channel, but they have now joined El Tablero to control the message