El 40 % de las pequeñas y medianas empresas aún no han dado el paso de usar y adaptarse a las nuevas tecnologías, vitales para mejorar su competitividad en el mercado
23 jul 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son vitales para cualquier país y de su fortaleza depende, en buena medida, la salud de la economía nacional. En España, hay 2,8 millones de este tipo de sociedades, que representan el 99,8 % del total y el 75 % del empleo. Por ello, es tan importante que sean capaces de acompasar su actividad con los nuevos tiempos y dar el salto a la transformación digital, ya que contrariamente al pensamiento novecentista de que la máquina quita el trabajo al hombre, lo cierto es que el 55 % de las pymes que han adoptado tecnologías digitales han crecido en número de contratados.
Las pymes españolas están todavía pinchando en su apuesta por la transformación digital, ya que el 40 % aún no han dado ese decisivo paso que les permite optimizar las operaciones, mejorar la eficiencia, fomentar la innovación, comunicarse de forma más sencilla y práctica con sus clientes y aumentar la competitividad en el mercado. El salto al uso de las nuevas tecnologías no es una opción, sino una necesidad estratégica.
¿Qué barreras impiden que casi la mitad de las pymes españolas sigan frunciendo el ceño ante la digitalización? Una muy importante es la falta de conocimientos técnicos de los gestores y empleados, pero también el coste económico que exige implementar nuevas tecnologías en las empresas. El cóctel se completa con una pizca de la siempre inevitable resistencia al cambio, de falta de cultura digital y de la brecha digital, que es mayor en España que en la media de la Unión Europea (UE), ya que en nuestro país la tasa de penetración de internet es de solo el 75 %.
Las tecnologías que pueden resultar más importantes para las pequeñas y medianas empresas son aquellas relacionadas con el comercio electrónico y el marketing digital, ya que les permiten ampliar horizontes a la hora de promocionar y vender sus productos, lo que redunda en más ventas, más facturación y más beneficios. La inteligencia artificial aún está en pañales, pero ya está mostrando su potencial a la hora de automatizar tareas repetitivas y analizar grandes volúmenes de datos. Gracias a la IA se puede mejorar la eficiencia operativa y permitir a las pymes tomar decisiones evaluando más datos. Además, la creación de chatbots impulsados por esta tecnología puede mejorar la experiencia del cliente a la hora de contactar con la empresa, proporcionando respuestas más rápidas y personalizadas.
El big data, es decir, la capacidad para analizar un gran volumen de datos, es otro de los pilares sobre los que las pymes deben edificar su futuro, porque les ofrecen más y mejores datos sobre cómo son y qué demandan sus potenciales clientes. La computación en la nube, que ofrece una forma rentable de acceder a recursos tecnológicos avanzados sin hacer grandes inversiones, o la automatización de procesos, que reduce errores en tareas repetitivas, son también importantes. No obstante, la mejor inversión es y será la formación, ya que tecnología sin personas que la sepan operar y aprovechar no sirve para nada.El 40 % de las pequeñas y medianas empresas aún no han dado el paso de usar y adaptarse a las nuevas tecnologías, vitales para mejorar su competitividad en el mercado. Según datos recientes, las pymes españolas están todavía rezagadas en su apuesta por la transformación digital, lo que les impide optimizar sus operaciones, mejorar la eficiencia, fomentar la innovación y comunicarse de forma más sencilla con sus clientes.
Las pymes son vitales para cualquier país y representan el 99,8 % del total de sociedades en España, así como el 75 % del empleo. Por ello, es crucial que sean capaces de adaptarse a los nuevos tiempos y dar el salto a la transformación digital. Contrariamente a la creencia de que la tecnología reemplaza a los trabajadores, el 55 % de las pymes que han adoptado tecnologías digitales han experimentado un crecimiento en el número de empleados.
Sin embargo, existen barreras que impiden que casi la mitad de las pymes españolas se sumen a la digitalización. Una de las principales barreras es la falta de conocimientos técnicos por parte de los gestores y empleados, así como el coste económico que implica implementar nuevas tecnologías en las empresas. Además, la resistencia al cambio, la falta de cultura digital y la brecha digital también juegan un papel importante en este retraso, especialmente en comparación con la media de la Unión Europea.
Las tecnologías más importantes para las pymes son aquellas relacionadas con el comercio electrónico y el marketing digital, ya que les permiten ampliar sus horizontes en términos de promoción y ventas. La inteligencia artificial también muestra su potencial al automatizar tareas repetitivas y analizar grandes volúmenes de datos. Los chatbots impulsados por esta tecnología pueden mejorar la experiencia del cliente al proporcionar respuestas rápidas y personalizadas.
El análisis de big data es otro pilar fundamental para las pymes, ya que les brinda más y mejores datos sobre sus potenciales clientes. La computación en la nube y la automatización de procesos también son importantes para reducir errores y acceder a recursos tecnológicos avanzados de manera rentable. Sin embargo, la formación sigue siendo la mejor inversión, ya que la tecnología no sirve de nada sin personas capacitadas para operarla y aprovecharla.
En resumen, es crucial que las pymes españolas den el paso hacia la transformación digital para mejorar su competitividad en el mercado. A pesar de las barreras existentes, las tecnologías digitales ofrecen numerosas ventajas en términos de eficiencia, innovación y comunicación con los clientes. La formación y el conocimiento técnico son fundamentales para aprovechar al máximo estas tecnologías y garantizar el éxito a largo plazo de las pymes en España.
¿Cuáles son las barreras principales que impiden que las pymes españolas se sumen a la digitalización?
Mitad de las pymes españolas se sumen a la digitalización. Una de las principales barreras es la falta de conocimientos técnicos por parte de los gestores y empleados, así como el coste económico que implica implementar nuevas tecnologías. Además, la resistencia al cambio, la falta de cultura digital y la brecha digital también juegan un papel importante.
Las tecnologías que pueden ser más relevantes para las pymes incluyen el comercio electrónico y el marketing digital, que les permiten ampliar su alcance y mejorar sus ventas y beneficios. La inteligencia artificial, aunque aún en desarrollo, puede automatizar tareas repetitivas y analizar grandes volúmenes de datos, lo que mejora la eficiencia operativa y la toma de decisiones. Otras tecnologías como el análisis de big data, la computación en la nube y la automatización de procesos también son importantes para el futuro de las pymes.
Sin embargo, la mejor inversión que una empresa puede hacer es la formación, ya que la tecnología por sí sola no tiene utilidad sin personas que sepan aprovecharla. Es vital que las pymes se adapten y aprovechen las nuevas tecnologías para mejorar su competitividad en el mercado, ya que su fortaleza contribuye a la salud económica del país en general.